Oscuras albas de desdentadas abundancias
sumen tu risa en simas descarnadas
una urgencia de labios volados sin ramas
crepita en las ansias de fiestas y promesas
La nostalgia de dias de soles maduros
con visperas tiernas de lunas comestibles
ahoga los acuerdos y las dulces batallas.
Urgencias que tiemblan entre tus animales
secretos, entre nuestras manos hundidas
en mas grumos de leche, en mas danza,
en mas cercadas caricias, en mas asaltos,
en mas derrotas risueñas. Urgencia de labios
sin ataduras ni pactos, solo la verbena de un rio
que nuestros cuerpos desatan, dejando el mundo
en su norte, en su terquedad de miseria,
corriendo nostros sin prisa de astros, animales
secretos, nuestros rebaños febriles
como prohibidos angeles de otro mundo de dioses
hechos a mano por nuestros parpados insomnes
por nuestras yemas ociosas, nuestras abisales promesas.